domingo, 27 de enero de 2013

New Life! Happy!!

Hola!!

Después de la tormenta siempre llega la calma... ¿no dicen eso?

Hoy escribo desde mi nueva casa. He de decir que por primera vez, después de 3 meses (el pasado viernes cumplí mi tercer mes en Chicago), me siento a gusto, me siento feliz y sobre todo, me siento yo misma.

Es difícil de explicar todo lo que estoy viviendo estos días, pero sólo decir que he estado tres meses con una familia que me ha dado la oportunidad de comenzar mi experiencia en Chicago (por lo cual estaré eternamente agradecida), pero finalmente no hemos sido compatibles y entré en proceso de Rematch. Por suerte no he salido de Illinois, ni siquiera de Chicago! Ahora estoy en Glenview!

Familia nueva, niñas nuevas, coche nuevo, pueblo nuevo, coles nuevos, casa nueva... ¡y tan nueva! se mudaron hace tan sólo 5 meses, cuando terminaron de construirla! Es eeeeeenorme, además de preciosa! Ahora tengo mi espacio independiente, tengo baño propio, intimidad, espacio y un basement gigaaaante en el que tienen una televisión gigante, un sofá enorme, una barra americana con frigo, lavavajillas... e incluso tienen un castillo hinchable, como los que te encuentras en las comuniones o ferias españolas!! :D Me encanta! Y lo disfruto como una más!
Tengo total libertad de usar cada uno de los espacios de la casa, los cuales iré comentando a lo largo del año.
Dunkin es el hombre de la casa!! Ahora tengo perro!! Me encanta!! Aún es un cachorro, tiene 1 añito, y está en pleno proceso de training, pero es taaaaan guapo!!! :) Creo que dedicaré una entrada en el blog exclusiva para Dunkin (que por cierto, su nombre viene de Dunkin Donuts! jajaja).





Mi nuevo horario va a ser bastante más ameno, ya que voy a trabajar de 7 a 5 librando miércoles y fines de semana! :)

Desde el principio mi Host Mom me ha dado la confianza de hablarlo todo y existe una gran comunicación entre nosotras. Es muy sincera y abierta y me transmite muchísima confianza y seguridad en mi misma cuando estoy hablando con ella. Estoy ahora en una nueva etapa, con nuevas personas, nuevas metas, nuevas expectativas y nuevas ilusiones. Desde que vi a las niñas supe que iba a ser feliz. Ellas son lo que yo necesito. Son cariñosas, educadas, obedientes... Son niñas, y les encanta jugar, gritar, saltar, correr, saltar, comer chuches, ver los dibujos animados, ¡dormir la siesta!, darme muchos abrazos y besos y sobre todo sonreir! Eso me hace muy feliz, porque solo con verlas sonreir, oirlas reirse a carcajadas con un diminuto detalle... sabiendo que hace escasos dos años perdieron a su padre, me llena el corazón y no puedo borrar mi enorme sonrisa de mi cara desde que llegué. Me siento mejor, menos tensa, menos confusa, menos forzada... Me siento parte de la familia, a pesar de no llevar ni una semana, pero desde el principio me han incluido en todo, me han respetado. Si digo NO, es NO, si digo SI, igual. Si propongo un juego, ellas lo disfrutan con entusiasmo, si les cuento alguna anécdota, ellas me prestan atención. Si les enseño algo (el otro día estuvimos hablando de los estados del agua -hielo, líquido, vapor...-), ellas abren sus ojitos y me escuchan atentamente.

Desde el principio la madre me ha dado libertad para actuar a mi manera, no me ha dicho cómo debo hacer las cosas, sólo ser yo misma. De esta forma no me siento forzada a cambiar mi personalidad para hacer mi trabajo, y de ese modo realmente disfruto mi trabajo.

Han sido muchos cambios de golpe, pero los estoy aceptando muy bien. Me encanta mi nueva familia. Creo que ha sido un regalo haberlas conocido. Así que ahora toca aprovechar esta oportunidad y continuar mi experiencia en Chicago.

Mi host mom es un encanto. Me ayuda muchísimo cuando no me se expresar, a pesar de que no habla nada de español. Esto está siendo una prueba de fuego, ya que ahora si que me siento dentro de la cultura americana, sin hablar español, con peanut butter and jelly, macarroni&cheese... jajajaj

Estoy en la familia con la que necesitaba estar y me siento muy afortunada por ello. Me siento feliz porque no me creía capaz de estar con una familia que no supiera español, por miedo a no saber expresarme... Antes tenía un comodín cuando no sabía expresarme, pues me bastaba con decir la palabra en español y ellos podían entenderme, pero ahora juego sin comodines y lo estoy consiguiendo sin muchos obstáculos. Si no se arriesga no se gana, y yo he venido a ganar! A ganar experiencia, a ganar vocabulario y fluidez con un idioma que me abrirá muchas puertas.



El sábado empecé unas clases en la Universidad de Oakton (a unos 10 min de casa). Son clases de conversación, lo cual me va a aportar confianza a la hora de expresarme. Perfecto, porque es justo lo que necesito!

Así que ahora me toca aprovechar esta oportunidad aplicando todo lo que he aprendido de mis errores anteriores. Esta es mi "mili" y día tras día aprendo una nueva lección de supervivencia.

Gracias una vez más por seguir de cerca mi experiencia y a la próxima, prometo volver con fotos, como siempre!!!

Me despido hasta la próxima semana con la frase que venía en mi bolsita de té de esta noche. Interesante y reflexiva:

"Happiness comes when you overcome the most impossible challenge".

Un abrazo!
Seguiré informando.





domingo, 20 de enero de 2013

No es oro todo lo que reluce...

Hola!
Tras un largo tiempo sin escribir, vuelvo con más historias que contar.

Mi última entrada fue muy breve, pero estaba bastante estresada con el hecho de volar sola. Mejor hago un resumen algo más detallado, aunque no puedo añadir muchas fotos para contextualizarlo...
También he tenido ciertos problemas para cargar las fotos y no disponía del tiempo necesario para estar esperando a que cargaran.
He de decir que este tiempo que no he escrito, mi vida ha dado un giro enorme. Me he enfrentado a situaciones duras, pero siempre por el camino correcto y pensando todo minuciosamente. Eso me ha llevado a analizar mi situación, a pensar en ¿por qué estoy aquí? ¿para qué estoy aquí? Lo cual me ha abierto los ojos y he tenido que tomar una decisión bastante importante y difícil en las circunstancias en las que estoy: lejos de los míos, sola y sin dominar por completo el idioma... pero creo que todo va a estar bien ahora.

Decir que no podía aguantar más sin ser yo misma. Decir que tenía la oportunidad de cambiar a otra familia y, aunque ha sido difícil para mi dar este paso, lo he dado y he encontrado otra familia, no voy a decir mejor, simplemente diferente, con espectativas diferentes y necesidades diferentes, que se ajustan mucho más a lo que yo he venido a hacer aquí.

Pero bueno, mejor empiezo por el principio.
Retomando mi última entrada, me disponía a viajar a Mexico. El avión salía el día 24 de diciembre a las 6:00 a.m., por lo que tuve que ir al aeropuerto un par de horas antes para hacer el check-in y los controles pertinentes para llegar hasta el avión a tiempo. Todo fue bien. Hice escala en Atlanta, donde estaba cayendo una buena tormenta, lo que hizo que el vuelo se retrasara en su salida alrededor de 30 minutos. Menos mal, porque tuve que coger un tren desde la terminal donde me dejó el primer avión hasta la terminal donde salía el siguiente vuelo... Aquello era enorme. Y sóla. Me aterrorizaba la idea de que algo saliera mal, de perder el vuelo o de no saber hacerlo, pero sinceramente, no podía pararme a pensar en ello puesto que el tiempo era tan ajustado que todo iba saliendo conforme surgían los acontecimientos. Una vez que llegué a la terminal correspondiente y comprobé que todos los datos eran correctos me relajé. Sabía que cuando bajara de ese avión iba a poder comunicarme mucho mejor, puesto que ya habría llegado a Mexico y ya podría hablar en español. Y efectivamente, al aterrizar en Puerto Vallarta sentí una gran satisfacción al poder pasar el control de inmigración y la aduana entendiendo perfectamente lo que me decían y pudiendo hablar sin miedo a equivocarme. Es increíble la seguridad que se siente cuando se tiene dominio por algo. En este caso del lenguaje; pues después de estos meses habiendo sentido una gran frustración por este aspecto, me sentía diferente, liberada, a gusto.

Desde el aeropuerto de Puerto Vallarta me fui hasta el primer hotel donde estuve hospedada. Unos empleados de la cadena de hoteles se encargaban del transporte gratuito hacia el hotel, así que sólo tuve que buscarlos con las indicaciones que mis Host Parents me enviaron previamente y todo fue bien. Me sentía tan bien que no podía parar de hablar. Hablaba con todo el mundo como nunca antes lo había hecho...

Una vez en el hotel quedé fascinada de lo inmenso y bonito que era. La verdad es que fue impresionante, ya que nunca antes había estado rodeada de tantísimo lujo junto... Creo que no me hubiera visto en otra igual de no ser por este viaje, aunque claramente, todos sabemos a lo que había ido allí...



Cuando vi la habitación no podía creerlo! Era más grande que mi casa de España! Impresionante! Aún me sentía en las nubes, como un sueño.
















Para ir a las piscinas del hotel había que recorrer unas sendas repletas de vegetación que bien podrían simular la mismísima selva! Era precioso y cómo no, estaba lleno de mariposas!! Qué irónico verdad? afrontando mis miedos en todo momento!!
Tras mi llegada y el reencuentro con la Host Family llegó la hora de aterrizar. Sí, de aterrizar porque aún estaba en las nubes haciéndome cualquier tipo de ilusión de tener algún tipo de celebración "en familia" de la Nochebuena. Pero cuando me vi cenando sola en el balcón de la habitación, fue cuando empecé a analizar la situación y me di cuenta realmente para lo que yo había venido aquí: a trabajar. No sólo en Mexico, sino también en Chicago. Creo que aquel momento fue el preciso para aterrizar del todo desde que cogí el avión en Madrid hace dos meses... Sólo podía pensar en que esa no era mi realidad. Tampoco lo es todo lo que estoy viviendo en Chicago... Es una realidad paralela a la mía. Así que estaba viviendo una realidad paralela dentro de la propia realidad paralela que me ha tocado vivir este año... Entre tanta dimensión de realidades, no podía dejar de pensar en mi propia realidad, aquella a la que volveré en menos de 10 meses, aquella en la que me espera mi familia, mis amigos, mi novio, mi vida. Y no pude evitar sentirme muy sola en aquel balcón, pero a la vez sabía que toda esa gente me está esperando y se sienten orgullosos de mi, y sólo por ellos debo ser fuerte y disfrutar cada segundo desde la perspectiva más positiva posible. Así que me quedo con lo bueno, siempre, de todo lo que voy viviendo aquí. Mi cena de Nochebuena fueron unas deliciosas y picantísimas fajitas!



 También me quedo con los preciosos atardeceres mexicanos. Me encantan los detalles más simples. Es irónico cómo unos apreciamos detalles que otros desprecian... La gente rica es así... creo que no sabe valorar la esencia de las cosas, puesto que están aburridos de tenerlo siempre todo... Para mi, el hecho de verme en Mexico (que no se si me hubiera visto en otra igual en mi vida) me llenaba. El hecho de poder contemplar esas puestas de sol... Para mi eso tenía un valor enorme.


 



 Es cierto que pude disfrutar de las instalaciones mientras cuidaba a los niños, pero estoy completamente segura que ellos no fueron capaces de valorar, como yo lo hice, todo aquello.








Pero a pesar de tanto lujo, no notaba un ambiente familiar. Lo notaba todo muy frío, sin sentimiento...

En fin... Tras una semana allí con la host family llegó la hora de regresar a Chicago. El vuelo salía a las 6:00 a.m. hacia Chicago, por lo que tuve que salir muy temprano del hotel.

Llegué como a las 2:00 p.m. a Chicago y fue rarísimo el contraste de sentir, en cuestión de horas, un cambio tan brusco de temperatura... Pasé de estar en bikini a verlo todo nevado! He de reconocer que disfruté muchísimo viéndolo todo nevado. Para mi es inusual y me pareció precioso!









Incluso podía ver las huellas de los animales que se habían estado paseando por los alrededores de la casa en mi ausencia... Entre ellas, pude ver las huellas de los ciervos y eso también me impactó!



Se veía todo tan bonito! :)

Llegué el 31 de diciembre como a las 2:00 p.m. Como a las 4:45 p.m. hice una conexión por Skype con toda mi familia para tomarnos las uvas juntos. Ese momento fue muy especial para mi y sentía una nostalgia enorme. Me veía sola en unas fechas que nunca me han gustado, pero que de repente he empezado a valorar... Me sentí muy extraña...
Pero allí estaban ellos, conmigo en la distancia, compartiendo conmigo un momento especial y haciéndome feliz. No tenía uvas, así que usé mandarina. Tampoco tenía cava, así que "brindé" con cerveza. Todo fue diferente, pero por primera vez había sentido un sentimiento muy especial en Navidad. Desde aquí les doy las gracias por estar cerca de mi incluso estando tan lejos.

Si no fuera por internet, esto estaría siendo bastante más duro...

Ese día celebré la Nochevieja 2 veces: la de España y la de Chicago. Después de que España entrara en el 2013, aún me quedaban unas horas hasta que terminara el 2012 para mi... Esa noche cené en casa de Yannet, una chica mexicana a la que he cogido mucho cariño y me ha ayudado mucho! Fui a compartir con ella y su familia la última noche del 2012 y tuvimos comida española (yo aporté una tortilla de patatas) y como no, comida mexicana. Qué buenos los tamales! :)

Antes de cenar, fui a la tienda con Yannet y pude encontrar Freixenet :) Esto me acercó más a España en ese momento. Todo fue genial y le agradezco mucho a Yannet dejarme compartir ese momento con ella y los suyos. Aún así, no podía evitar sentir anhelo por mi familia, por mis amigos, por mi novio...













La semana siguiente fue mi semana de vacaciones... Lo cual me enteré la semana siguiente. Esa es una de las cosas con la que no estoy cómoda con esta familia: la comunicación. No por el hecho de que no nos entendamos por el idioma, sino porque no existe una comunicación abierta. Por mi parte, no he sentido la confianza de poder hacerlo, puesto que me sentía forzada... Por otro lado, siempre hemos tenido comunicación por escrito y creo que ese ha sido un gran fallo por ambas partes. La host mom siempre me lo dice TODO por correo o por mensaje y no me transmite la suficiente confianza como para que una conversación fluya. Es todo muy calculado y cuadriculado, siguiendo siempre un guión escrito, siguiendo siempre unas órdenes establecidas y poco flexibles... eso me empezó a agotar mentalmente... La cuestión es que nunca hablamos sobre mis vacaciones.

Bien, pues durante esa semana no planeé nada especial... De haber sabido que eran mis vacaciones quizás hubiera aprovechado más los días... Pero hice cosas básicas como limpiar el coche de nieve, con la ayuda de George! ir a los centros comerciales, ver películas y descansar...

Antes de irme a Mexico las cosas no iban bien. No suelo centrarme en las cosas malas cuando escribo, aunque si lo he hecho en alguna entrada... En realidad "no es oro todo lo que reluce" y puede que aparentemente las cosas no sean horribles, aparentemente no me va mal y son gente muy maja (que no digo lo contrario), pero me estaba consumiendo poco a poco... No me sentía bien. Eran muchísimos los días que lloraba de impotencia, de agobio, de no saber si estaba haciendo bien mi trabajo incluso sabiendo que estaba dando el 120% de mi misma. Llegó un punto en el que los domingos por la noche me dolía mucho la cabeza y solo tenía ganas de llorar... Sentía la necesidad de ser yo misma, alegre, feliz, risueña, payasa... pero en estos casi tres meses que estoy aquí, muy pocas veces he sido yo misma. No hay culpas. Nadie es culpable de las incompatibilidades entre personas, y me he dado cuenta que yo no soy compatible con esta familia... Con el niño mayor hay un gran abismo, que no me permitía cruzar hacia él y me sentía realmente incomoda con él. Con los pequeños, he conseguido encontrar el equilibrio para que me obedezcan, los quiero muchísimo, pero me agota demasiado luchar con unas personalidades tan fuertes... Y con los padres... ellos siempre me han tratado bien, especialmente él, con el que me sentía más cómoda a la hora de comunicarme o de bromear, pero ella también me hacía sentir incómoda. Su personalidad también es diferente a la mía y su afán por que los niños aprendan español, llegó a hacer que me sintiera mal cuando hablaba con ellos en inglés. Es de locos, porque yo he venido a hablar en inglés. No me parece mal que quieran que los niños hablen español, que lo aprendan y que quieran que les hable en español, pero cada vez que  les hablaba en español a los niños (que era casi todo el tiempo), se creaba una situación muy incómoda, tensa y difícil entre los niños y yo, y eso me frustraba a mi y los frustraba a ellos. A veces terminaba por hablarles en inglés para decirles lo mismo que les había dicho en español, pero me sentía mal porque se me pedía expresamente que no lo hiciera... Entonces, a pesar de que hablando en inglés con los niños, podía ser la solución a una rabieta, la solución a una disputa o a algo bastante simple, se convertía en un infierno porque quería hacer las cosas bien, quería hacer lo que me habían pedido... Pero mi vaso se ha llenado. No puedo más. No puedo estar pensando en si lo estoy haciendo mal, en si se van a molestar si hablo inglés a los niños, en si me salgo de la estructura meticulosa de mis obligaciones... Entre ellas cocinar... Eso me estaba empezando a preocupar. Me encanta cocinar, pero cuando algo se vuelve una obligación (la cual no entraba en las normas de la agencia), termina por agotar mentalmente... Sentía malestar, desgana... Sentía la necesidad de ser yo misma... De sentirme un poco más valorada, de aportar aspectos de mi y de mi trabajo que no podía aportar aquí. He venido aquí a disfrutar de la experiencia, a enriquecerme de ella, a compartir con unas personas sus aspectos culturales y los míos propios, a sentirme incluida en la convivencia como parte de la familia, a que tengan en cuenta lo que siento... a ser feliz y a hacer feliz a quienes me dan la oportunidad de compartir este año con ellos...

Pero no ha sido así. Tanto ellos como yo merecen ser felices, y si yo no estoy a gusto, ellos tampoco lo van a estar, y por lo niños y por mi misma, he decidido cambiar de familia.

He encontrado una familia en Glenview, a unos 20 minutos de donde estoy ahora... Cuando tuve la entrevista con la host mom (es viuda), sentí una cercanía muy grande entre ella y yo. Fui capaz de mantener una larga conversación con ella (por teléfono y en persona), a pesar de que fue entera en inglés, ya que ella no sabe nada de español. Le expliqué qué es lo que yo quería, qué es lo que necesitaba, a lo que he venido, para qué estoy aquí y lo que me gustaría conseguir. Ella me habló de sus expectativas también, para qué quería una au pair, las condiciones, me habló de las niñas (son 3 niñas preciosas, felices, dulces y alegres), de sus personalidades, de sus inquietudes... y cuando las vi en persona, coincidió bastante con lo que voy buscando: alguien que se interese por lo que puedo aportar, que me respete, que me valore, que me incluya y me haga sentir parte de la familia... pues sí, estoy aquí para trabajar, pero también he de convivir con esas personas, y la convivencia crea unos lazos, y si esos lazos no están fuertes, al final todo puede acabar mal o siendo una mala experiencia...

De momento, la comunicación con la nueva familia funciona. Me siento a gusto hablando inglés, no me intimidan ni me dicen que mi inglés no es bueno para hablar con los niños (ya que estos eran algunos de los argumentos que me dieron para justificar que no debía hablar inglés con los niños....); esta nueva familia me ha subido el autoestima, me ha hecho ver que soy capaz de superar nuevos retos, que puedo estar mejor...

Así que el tiempo lo dirá...
El miércoles comienza mi nueva etapa. El miércoles termino mi primera experiencia como Au Pair en una familia americana para continuar con otra familia en otras circunstancias, con otras expectativas y otras metas. Me quedo con lo mejor, y siempre aprendiendo de los errores para mejorar y crecer. A pesar de las diferencias, no puedo decir que me hayan tratado mal, así que les deseo lo mejor y espero que encuentren a la persona adecuada que se adapte a ellos. Good luck! :)

Estoy ilusionada, aunque con mis pies puestos ya en la tierra y con muchas ganas de volver a ser yo misma de nuevo. He de decir que dar este paso ha sido muy difícil. No lo he pasado bien, porque aunque tengo gente aquí, estoy sola en esto. Sólo yo soy la que debía decidir dar este paso y siento que es parte del curso de las cosas. Tomar decisiones con consecuencias no es fácil, pero forma parte del aprendizaje de la vida, lo cual te hace ser más fuerte e independiente. Es difícil pasar por momentos duros estando tan lejos de los tuyos, pero se que en la distancia ellos están apoyando cada paso que doy y eso me fortalece.


Así que, como diríamos en España, a "coger el toro por los cuernos" y a afrontar cada obstáculo que se presente...

Seguiré informando.
Un abrazo.